20/5/2008
Bajo esta absurda égida, Venezuela ha sido sometida con el verbo y las armas, el voto y el fraude, con las dádivas y el hambre, con el miedo y la cobardía, con la incertidumbre y la ausencia de justicia. Este pueblo que por noble ha pecado de pendejo ha venido soportando este maldito arsenal de barbarie, gracias a la colaboración de una dirigencia que ve con beneplácito la pérdida de la identidad nacional y la ruina física y moral de la nación.
Latinoamérica que también ha recibido grandes dosis de este veneno, ha venido soportándolo dada la complicidad ideología existente entre los mandatarios de la región, cuya gran mayoría ostentan hoy sus cargos gracias la siempre bienvenida chequera venezolana, que como nunca antes había sido tan prodiga con el suelo foráneo y tan mezquina con el suelo patrio, a esto hay que adicionarle que la descarga constante de roces verbales traspasó las barreras del sub-continente y en una constante manifestación de su complejo de inferioridad ha pretendido igualarse con cuanto personaje internacional hay, intentando degradarlos a base de humillaciones, para él así poder sentirse cucaracha en un mundo de chiripas.
Pero ese mundo sólo es verdad en su cabeza, donde la infamia es una virtud y la ausencia de moral un principio. El mundo real ya se aburrió del simpático guapetón de barrio bajo que hace el ridículo de cumbre en cumbre, ya el bufón barato se ha convertido en un peligroso ente el cual es indispensable detener, sus comprobadas relaciones con la principal organización terrorista y genocida del continente, abarcan desde el narcotráfico hasta el encubrimiento de masacres de nuestro compatriotas y se alzan mas allá de cualquier nivel de tolerancia cuando se hace evidente su huella en el trafico de uranio.
El principal vocero de la Comunidad Europea ha hecho un llamado a no lanzar en saco roto el informe de INTERPOL, el Zar antidrogas de los Estados Unidos ha dicho que hay mucho que explicar ante tanta evidencia, una agredida Alemania niega que se le haya invitado a su capital y este es sólo el principio de un mar de dedos acusadores que lo señalan con fuerza.
Hoy esta es la realidad de Venezuela, PDVSA ya no vale ni la cuarta parte de lo que fue, el otrora ejercito libertador ha aceptado devenir en una milicia guerrillera, y nuestra soberanía en todos sus ámbitos ha sido entregada a una isla.
El pueblo de Venezuela ha de estar consiente que por omisión somos cómplices de este desastre y poco a poco seremos junto con la cabeza del régimen reos de la justicia internacional que con diversas medidas en primer orden económicas y diplomáticas y en un segundo orden de carácter bélico, llevará a cabo lo que como venezolanos es nuestro el deber.
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