18/3/2008

La delicadísima situación por la que atraviesa Venezuela tiene espantado a cualquier persona con un mínimo de sentido común, pero en mi país esto pareciese no importar.


 

 











Seguramente para poder entender esta situación tendremos que empezar por citar unas palabras al Dr. Franzel Delgado Senior, quien fue presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría y posee un master en psicoterapia de las universidades de Londres y California. En varias de sus maravillosas conferencias y entrevistas donde ha alertado sobre las peligrosa psicopatía del inquilino de Miraflores, el psiquiatra ha expresado que "al colectivo venezolano le quebraron la lógica", para mi esa frase no tiene desperdicio alguno y nos da pie para poder sacar a luz a una muy dolorosa y sombría verdad.
En el proceso que se ha desarrollado para quebrar la lógica del colectivo, Chávez se lleva los laureles, pero no debemos dejar por fuera a los padres de la criatura, en Venezuela un populista discurso contra la libre empresa y el fortalecimiento de una estructura socioeconómica estado-dependiente se vio altamente estimulado en los últimos  años de la pseudo democracia, ésto generó el abandono del desarrollo individual por parte de la mayoría de la población, y la entrega total de responsabilidades a un papa-estado todo poderoso que supuestamente velaría por el bienestar del colectivo, como se puede apreciar ya el país tiene una buena cantidad de años viviendo en la criminal utopía socialista, sólo que por un tiempo en baja velocidad y ahora a máxima revolución.
Es tan grave esta situación, que el país se ha tornado irresponsable y muestra del peligro que esto significa es la reciente crisis prebélica vivida, por lo tanto todos, absolutamente todos somos responsables de lo sucedido y lo que pueda suceder. Ya llevamos el tiempo suficiente para que la autocrítica haga su trabajo a pesar de la ruptura de la lógica y empecemos a establecer responsabilidades, las cuales van desde un empresariado oportunista que aceptó y estimuló la corrupción ofrecida desde los distintos gobiernos, como la de unos medios de comunicación que lamentablemente no estimularon el desarrollo intelectual y sí desarrollaron la chabacanería, la ordinariez y la ignorancia.
Ya basta de buscar subterfugio alguno para no tener que enfrentar la verdad, todos estamos conscientes de la pobre y en parte cómplice dirigencia política que tenemos, para nadie es un secreto el desmantelamiento operacional y jerárquico de nuestra fuerza armada,  y no creo que exista la menor duda de que quien ejerce desde la mas alta magistratura del país no juega a favor de los intereses de la patria.
Sólo espero que recuperemos la lógica pronto, antes de tener que asumir lo doloroso que seria el ser catalogado como un país patrocinante del terrorismo internacional, gracias a nuestra estimulada irresponsabilidad.

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