¿Es posible hambruna en Venezuela?
Publicado en el Diario de América 22/1/2008
La apocalíptica caída de la producción ganadera tanto lechera como para consumo de carne no tiene referente histórico
Venezuela, aparte de tener una ubicación geopolítica privilegiada y contar con una de las mayores reservas petroleras del planeta, cuenta en su casi millón de kilómetros cuadrados de extensión con uno de los mas altos porcentajes de tierra cultivable entre los países en desarrollo. Hoy toda esta maravilla no basta para brindarle un mínimo de seguridad alimentaría a los 27 millones de habitantes de este pobre país rico.



Por Noel Alejandro Leal Rojas
Si bien gobierno alguno en nuestra historia se ha ocupado de sembrar el petróleo, el fantasma del hambre no había llegado a ser más que el típico fenómeno del desabastecimiento especulativo, cortesía de una absurda política de control de precios.
Pero ahora la apocalíptica caída de la producción ganadera tanto lechera como para consumo de carne no tiene referente histórico, lo mismo encontramos en las cada vez mas paupérrimas cosechas de maíz, sorgo, arroz y café.

También los productos cuya materia prima alcanza para abastecernos y exportar están ausentes de nuestras mesas gracias a que los componentes requeridos para su refinación y/o procesamiento dependen de la buena pro que otorgue el gobierno a través del mecanismo de control cambiario CADIVI, a esto tenemos que sumarle que, a pesar de contar con mas de 4.000 kilómetros de costa, hemos visto reducida notablemente la variedad y cantidad de productos derivados de la pesca, todo esto estimulado por las mafias instaladas y la inoperancia cómplice de los mecanismos gubernamentales que atienden el área.
Lo más común del día  del venezolano es la persecución de los artículos de primera necesidad, no hay pollo ni huevos, la harina no aparece y las panaderías regulan la compra del pan, ya se va perdiendo la costumbre del mañanero café con leche y sólo nos va quedando café negrito para acompañar la jornada.

Hoy, gracias a la revolución, todo este panorama nos lleva a sentir en nuestra propia piel lo que la historia nos cuenta, historia en la que se demuestra que las hambrunas más devastadoras, más que por cualquier clase de fenómeno natural, son consecuencia de absurdas políticas económicas enmarcadas en gobiernos socialistas-totalitarios lejanos al concepto democrático.                                             
Dentro del marco del proceso revolucionario neocomunista-fundamentalista en el que estamos sumidos, la hambruna programada, dirigida y controlada es una pieza indispensable en este rompecabezas ideológico esclavizante. Siendo el único dador de alimento bien sea por la red gubernamental de Mercal o por un sistema similar a la cartilla de racionamiento cubano, Hugo I se convertirá en el padre de la nación, o lo que va quedando de ella, en ese padre tiránico a quien no se respeta ni se honra pero se le teme.

Puede en realidad mi planteamiento ser un error, sólo hay que recordar el reconocimiento que brindó la FAO (Food and Agriculture Organization de las Naciones Unidas) al gobierno de Chávez por sus programas para la erradicación del hambre, pero igualmente considero prudente recordar que según la FAO, Venezuela es el país de Latinoamérica que mas donativos adjudica a esta Organización. 

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