Actualmente se discute una eventual reforma de la constitución mas violada en nuestra historia y con ella se busca darle legalidad a la serie de aberraciones jurídicas que ya son un hecho cotidiano en la particular forma de gobernar de la revolución.
Nos obliga a hacer valer nuestro derecho natural a poner fin a la barbarie hecha gobierno, derecho este legislado en el articulo 350 de esta Constitución
La constitución de 1.999 es la número 26 de un gran armario de trajes a la medida que han sido ajustados para cada tipo o forma de gobierno, imposibilitando así la construcción de un verdadero marco jurídico que brinde la institucionalidad fundamental para el desarrollo de la nación.
Esta Constitución ve la luz en uno de los procesos mas mediocres que democracia alguna tenga registro.
Primero cabe destacar que el nacimiento de la misma fue una bandera electoral, una mas de las promesas que cualquier mercader de la política usa para despertar el fanatismo del electorado, y esa oferta tuvo su efecto, con la legitimidad que da un triunfo electoral con menos votos de los que obtuvo Lusinchi casi veinte años antes, el Füher de Sabaneta le presenta su oferta a la extinta Corte Suprema de Justicia.
Que en un arrebato emocional permite lo que expresamente prohíbe la constitución del 61 vigente para aquel entonces, así de una manera ilegitima pero legalizada con la firma de la presidenta de la Corte, se activa la política refrendaria mas efectiva para legalización de lo ilegitimo.
El proceso constituyente es invocado, y con una participación menor al 45% del electorado, la batalla por los curules donde se postraran las rubricas de la nueva Carta Magna se inicia, y el proceso revolucionario aprovechando la pasión de este pueblo por el juego patrocinó su propio KINO y así obtiene una mayoría casi absoluta en una participación menor al 40 % del electorado.
Quedando la asamblea plagada por “insignes” luchadores sociales, folkloristas y artesanos, luchadores sociales y pseudos periodistas, luchadores sociales y viejos guerrilleros, luchadores sociales y lo peor de la escoria que medró y sigue medrando en las arcas de la nación.
Luego que el sainete constituyente fue culminado se llama al pueblo a que legalice con su asistencia a las urnas la colcha de retazos que sería conocida como la mejor Constitución del mundo y el 15 de Diciembre de 1.999, bajo la mayor desgracia natural que se tenga memoria en la historia de nuestro país, menos de un 30% del electorado le brinda el indispensable barniz de legitimidad al traje a la medida que hoy le queda apretado al señor de este feudo.
Dentro de este marco de legalidad la discrecionalidad jurídica ha brillado tanto como soles se han colocado en las charreteras de los generales, o mejor dicho edecanes en jefe del proceso revolucionario, las leyes orgánicas son sancionadas con mayoría simple, se cierran y se abren tribunales tan fácilmente como se remueve a cualquier juez que se encuentre en provisionalidad dentro de la tercera cuarta o quinta reestructuración del sistema judicial de la revolución.
En fin una carrera proba e iluminada por altos estudios se ve hoy depreciada frente a una reconversión de valores donde gritar ataviado con la sobriedad de una toga “uh! ah! chávez no se va!”, garantiza la potestad suficiente para decidir sobre vidas y haciendas.
Mas adelante y siendo consecuente con su pérdida de legitimidad es electa con una participación menor al 20% del electorado la actual Asamblea Nacional, ésta es la encargada ahora de brindarle legalidad a un segregacionista y dictatorial proyecto de reforma constitucional, que pone fin a la Venezuela plural y la arropa bajo el oscuro manto rojo socialista.
Demás esta decir lo criminal, absurdo, ilegal, contra toda lógica y sentido común, del sobrevenido articulado adicional, que los sigüís de “Hugo I” desde el parlamento o para ser mas objetivos desde la sede del partido único socialista, proponen sumar al proyecto emanado de Miraflores.
Hoy nuevamente la mesa esta servida y el CNE con la legitimidad de origen que le brinda la ilegitima Asamblea Nacional, pone en marcha un nuevo fraude electoral que daría el puntillazo final a la patria, para convertirla legalmente en un apéndice más del imperio del absurdo y la esclavitud comunista.
Es clara, patente y evidente la ilegitimidad del régimen y de su sistema legal, esto nos obliga a hacer valer nuestro derecho natural a poner fin a la barbarie hecha gobierno, derecho este legislado en el articulo 350 de esta Constitución, por lo tanto es legal, y el pueblo ha de hacer legitima su voluntad de brindarle a sus hijos un futuro en libertad, progreso y desarrollo.
Noel Alejandro Leal
24/10/2007
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