23/4/12
La ligereza con
que tomamos la vida es en gran parte la fórmula que distingue al venezolano en
el mundo, ese ser liviano, simpático, dicharachero es una marca, es el “Hecho
en Venezuela”, esa forma de ser hizo de los criollos los preferidos en las
cortes españolas en los tiempos de la colonia, y esa misma forma de ser
descalabró nuestro nacimiento como república. El Generalísimo Francisco de
Miranda nos lo manifestó claramente en el año de 1812 en La Guaira cuando fue
entregado por sus compatriotas siendo apresado por los españoles, vociferó "Bochinche, bochinche y más bochinche
es lo que le gusta a los venezolanos".
Cada espectáculo
que damos ante el mundo cuando magistrados del más alto tribunal de justicia
señalan que el narcotráfico y la corrupción son dirigidas desde el Ejecutivo,
como lo dijo hace mas de seis años el delincuente Velázquez Alvaray y ahora lo
repite su homologo Aponte Aponte, y adicionalmente
oímos voces dirigente de la oposición llamando
a que ese mismo tribunal abra una investigación al respecto, esto sin duda es
otro reflejo de esa ausencia de seriedad con Venezuela.
Se prepara otro
espectáculo electoral, no tan aberrante como los anteriores, este es mucho peor,
ya que en esta oportunidad ni se reclama la antinatural desproporción existente
entre el número de habitantes y el número de electores, sino que se hace
campaña para inscribir mas gente, y ahora las infalibles maquinas de Smartmatic
traerán adosado el dispositivo capta-huellas que según el organismo electoral
del gobierno no representa ningún riesgo sobre el secreto del voto, este nuevo
dogma es refrendado por… adivinen quien…, por la misma oposición que hace años
demostró en una prueba al azar que el uso de la capta-huella y la máquina de
votación denunciaba por quién vota cada elector.
Ahondando más en
la ausencia de coherencia que demuestra una total falta de seriedad, está la
novísima propuesta de institucionalizar el populismo impuesto de facto por
Chávez. Ya un ejército de “nobles” opositores revolotea en las calles buscando
firmas para legalizar las desacreditadas Misiones, aupados por un discurso que
ni siquiera en la forma disimula el ridículo y demagógico fondo.
Y así llegamos a
la parte mas delicada de esta situación, el mundo no puede tomar en serio
nuestro comportamiento cuando la realidad señala oprobio, violación de la carta
magna, violación de los derechos humanos, totalitarismo, narcotráfico, opresión,
y nuestra vocería dirigente se pasea en la comunidad internacional señalando
que el exilio no existe, que el fraude no es tal, que todo esta listo para el
triunfo en Octubre, que lo único que falta es mas dinero para una exitosa
campaña electoral.
Hoy cuando se
hace perentoria la necesidad de mostrar internacionalmente una estrategia coherente
que realmente desnude nuestra realidad, ésta resulta imposible cuando los que
manejan la vocería internacional adormecen al mundo diciendo que vivimos en
democracia sofocando así los gritos de los que proclamamos que vivimos en
tiranía.
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