9/04/12
Sé que es ridículo
comenzar un artículo haciéndole una corrección al título, pero en
realidad, Chávez sólo es la metástasis. El cáncer de Venezuela es la
ausencia del Sentido Común.
Lo vivido durante el
periodo chavizta es el continuar, sólo que a máxima revolución, de un
proceso de destrucción de lo correcto y de lo lógico, todo dentro del
marco de la dialéctica socialista tan alabada por las Ilustres nulidades
de siempre, esas que en nombre de la libertad imponen el libertinaje y
en nombre del “progresismo” eliminan la institucionalidad e impulsan la
provisionalidad constante, esas que conducen la nación en una vorágine
de destrucción de la cual Chávez sólo es un subproducto, un bagazo
putrefacto que termina por contaminar lo poco que había quedado en pie.
Es simplemente
inaceptable dentro del marco de lo posible que estemos viviendo esta
situación, pero por mas que parezca inconcebible ésta es nuestra
realidad, la cual tiene como sustento la aceptación y la tolerancia de
lo anormal, ya no hablamos de lo ilegal, ese dique se rompió y quedó muy
atrás, en lo que estamos sumidos es tan espantoso y nauseabundo que
certificamos que nuestra imaginación se quedo corta cuando vemos el
noticiero del día siguiente o cuando intentamos tener una conversación
coherente con cualquier conocido. La anarquía priva y en el constante
denigrar de la excelencia seguimos aplaudiendo lo que no nos lleva a
ningún lado, nuestro sentido critico se apagó y esto oscureció el camino
a la realidad manteniendo a la nación drogada en la fatuidad.
Y frente a esta realidad
el pensamiento del país sigue siendo guiado por una profunda ausencia
de Sentido Común, se pretende obtener un triunfo electoral contra un
comunista que es amo y señor del ente rector comicial, al cual sólo se
le señala el ventajismo político que le avalan a su dueño, sin querer
mirar que son los casi 5 millones de votos virtuales el verdadero
ejército que aplastará cualquier ventaja electoral que se pudiese
obtener, a pesar de las migraciones selectivas y el miedo intrínseco que
significa votar en la democrática republica de pendejos en la que hemos
convertido a la tierra de Bolívar, Bello, Vargas, Sucre y Miranda.
En resumidas cuentas, el
país se adormece nuevamente en el espejismo electoral o le reza al
“cáncer” magnicida, pero lo importante, lo neurálgico, lo real se deja
atrás, hoy el escenario donde se presenta esta farsa democrática hay que
mantenerlo, ningún motivo ya sea la continuación del genocidio vía
apartheid, o el hipotecamiento del futuro sumado a la entrega descarada
de nuestra soberanía es suficiente para tratar a Chávez como lo que es,
lo correcto según los iluminados ductores de la sociedad es preparar su
sitial como líder de la oposición que vendrá luego de la “legitima”
justa electoral próxima. La incapacidad de pensar con Sentido Común es
garantía de triunfo para la revolución.
Pero salir de este
profundo marasmo es menos complicado de lo que parece y pasa por algo
tan simple como comprender la realidad, desoír la estupidez, señalar lo
podrido e identificar lo dañino, en fin, despertar.
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