10/6/2008

Hugo ha abortado su más reciente engendro. "La Ley Sapo", que por ahora no verá la luz de la legalidad formal, pero que se seguirá aplicando tal cual como antes de salir en Gaceta Oficial.


 

 










La verdad es que esta ley tiene tanta vigencia como el nuevo currículo estudiantil y como la gran mayoría de los aspectos fundamentales de la retorcida reforma constitucional rechazada el 2 de diciembre pasado. El régimen jamás se ha detenido en la construcción del gran GULAG del Caribe y para lograrlo continúa y continuará arremetiendo directa e indirectamente contra los derechos fundamentales de todos los venezolanos.
Lo cierto de todo esto es que nuestra sociedad es de cómplices, no de sapos, lo cual en el fondo es igual de triste y es un reflejo del por qué seguimos en este pantano de la felicidad.
Aun gran parte de nuestro país, inclusive algunas personas que tienen una clara convicción sobre lo que es la verdadera esencia de este apatrida régimen,  sostienen que entre los miembros del alto (bajo y rastrero) gobierno existen venezolanos de alta credenciales morales, éticas y profesionales, cuando lo que sucede día día nos muestra lo contrario, lo que vemos son firmantes de decretos leyes como ese, lo que vemos son focas aplaudiendo las atrocidades que profiere el líder, lo que oímos en un gran coro de sigüís que aprueban que se destruya la Patria.
Entre los aspectos risibles de esta triste realidad está la hipocresía de la sociedad civil, que levanta su dedo acusador en contra de la Fuerza Armada porque ésta cierra sus ojos ante la entrega de nuestra soberanía y no ve que ella misma como sociedad civil está haciendo lo propio ante la evidente aplicación del resto del articulado de la rechazada reforma constitucional.
Es toda esta sociedad de cómplices la que ha colaborado consciente e inconscientemente en el fortalecimiento de las estructuras de la revolución y una de las maneras activas de hacerlo, es cada vez que se deja seducir por los amigos y participa en cuanto carnaval electoral es inventado.
Hoy cuando estamos a pocos meses del gran avance de la oposición y pasemos de dos gobernaciones a siete y se salga a la calle a celebrar el "triunfo", el régimen le demostrará al mundo que es mentira todo lo que se ha dicho sobre su voluntad totalitaria, que son falsas las acusaciones de fraude, y, sobre todo, le demostrará al país que el chavismo gracias al CNE es mayoría, que el pueblo respalda a su presidente, que lo que el pueblo quiere es socialismo y que tan sólo una parte de la oligarquía imperial alcanzó algunas victorias "pírricas" debido a pequeñas fallas de los gobernadores que ocupaban esos cargos.
En cuanto a la "mayoría", vale la pena resaltar que la participación real en las elecciones del PUS, se llego a duras penas al millón y medio de votantes incluyendo empleados públicos y contratistas que asistieron obligados por su bozal de arepas, ese es el mismo resultado que ha alcanzado chavez en cada elección en la que no le seguimos el juego, en cada oportunidad en que no negamos a ser cómplices del proceso de destrucción electoral que vive la nación.
Pero mientras el tiempo pasa la revolución avanza, la procesión continua por dentro y quien la sufre es nuestro futuro, futuro al que aun estamos a tiempo de darle un vuelco y conducirlo por el rumbo correcto, firme hacia el desarrollo y la evolución dejando atrás la retórica y la involución.

 

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