Enviado por correo el 21/06/2004
El micomadante tiene que decidirse: El estado de malestar en que se ve, por el que muchos acusan a que esta perdido o entregado, no es ese, en su mente està claro que aun con la tramparencia, la voluntad y la terquedad de la Sociedad Civil, el aluvión de votos que vendría es casi seguro que no podrá controlarlo, sòlo le quedan dos cartas por jugar, el retiro táctico o la violencia revolucionaria.
El Retiro Táctico.
Gracias a los puentes de plata que se siguen tendiendo entre la C.D. y el régimen, por medio de los cuales acuerdan buscar un país homogéneo, ese país con el que sueñan en las distintas cúpulas de poder, (partes de oposición como del empresariado y partes del gobierno) un país como en la IV pero mejorado, la VI, con los mismos personajes de antes y ahora los revolucionarios para ponerle un poco de rojo a la guanábana. El país homogeneo nos acercaría más a la realidad centroamericana en la cual el común denominador es subdesarrollo y violencia.
Sumemos: con tanto dinero en las arcas de la revolución, la alta dosis de ideología comunistoide inoculada a nuestra población, las bandas criminales nacionales como extranjeras, un país totalmente infiltrado, con sus secretos vendidos al mejor postor y unas fuerzas armadas que urgentemente necesitarían una reestructuración, el micomandante u otra gloriosa estrella del cielo revolucionario, seria llevada en hombros a miraflores en la primera oportunidad, y así poder continuar con el avance revolucionario “a paso de vencedores”.
La Violencia Revolucionaria.
La cara de malestar del micomandante es por esta carta, jugársela es ir a la guerra, y el es un guerrillero, pero cobarde.
Las revoluciones no se miden le grita Fidel, el proceso no se detiene, le chilla la izquierda retrograda internacional, y un profundo ¿vas a arrugar otra vez?, le preguntan sus acólitos.
Para el estallido violento no se necesitan más ingredientes, todos están en la calle desde hace tiempo, esperando la orden de actuar; la capacidad del gobierno para controlar la anarquía desatada solo la saben ellos, la capacidad de la sociedad civil para lograr controlarla quièn la sabe.
La Otra Carta
Esta carta no la tiene el micomandante en sus manos, esta carta la tenemos todos los venezolanos que entendemosn a dònde nos llevan esos dos caminos, los venezolanos que desean un país de progreso, desarrollo y libertad, los venezolanos que darían la vida por la tierra que nos vio nacer y nos da cobijo, estos venezolanos estamos listos y esperando, esperando sòlo el despertar de una parte del país que no se ha quitado la venda de los ojos, sòlo esperamos por ti.
Noel Alejandro Leal
solonadiepuede@yahoo.es
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